1 Precalentar el horno a 220ºC y engrasar una fuente lo suficientemente grande para que quepa el pollo con las patatas.
2 Cortar la cebolla en juliana fina y añadir a una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Agregar una pizca de sal y dar unas vueltas a fuego fuerte.
3 Bajar el fuego y dejar que caramelice, removiendo de vez en cuando. Tardará unos 30-45 minutos, aunque no hace falta que la caramelicemos del todo. Retirar cuando haya reducido y tenga un bonito color dorado.
4 Mientras la cebolla se carameliza, retirar los posibles excesos de plumas y grasa de los contramuslos y enharinar ligeramente. Salpimentar y cubrir con todas las especias. Reservar.
5 Una vez retirada la cebolla, dorar la carne de pollo por ambos lados a fuego fuerte, durante unos 5-8 minutos.
6 Retirar y colocar en la fuente junto con la cebolla.
7 Agregar el vino a la sartén, dejar que evapore un poco el alcohol y añadir el caldo y la salsa Worcestershire. Cocer unos pocos minutos.
8 Lavar bien las patatas y la uva desgranada y distribuir en la fuente. Cubrir con la mezcla de vino y llevar al horno, bajando la temperatura a 200ºC pasados los primeros 10 minutos.
9 Dejar cocinar durante unos 35-40 minutos, bajando la temperatura hacia el final si la piel de las patatas se tostara demasiado. Dejar reposar unos minutos antes de servir.
Deja una Respuesta