¡Buenos días! Hoy os traemos unas magnificas pechugas con salsa de miel y mostaza para cocinarlas tanto para comer como para cenar. Código Cocina nos trae esta receta que es riquísima a la par que fácil de hacer.
Las pechugas de pollo son un alimento libre de carbohidratos con un alto contenido de proteínas, por lo que es muy recomendable para cuidar nuestra salud, y si, además, las acompañamos de una mezcla de miel y mostaza provocará una explosión de sentidos en nuestro paladar gracias al contraste de dulce y salado. Pero… ¡basta de presentaciones y vamos a ponernos manos a la obra con la receta!
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo cortada a la mitad (entre 500 y 600 g)
- 100 g de miel (7 cucharadas)
- 80 g de mostaza (4 cucharadas)
- 200 ml de nata para cocinar
- 150 ml de caldo de pollo
- sal
- pimienta
- aceite de oliva virgen extra
- ramita de romero (opcional)
Preparación:
- Aderezamos las pechugas de pollo con la sal y pimienta que queramos. Debemos asegurarnos de que estén bien limpias, sin restos de grasa ni telillas.
- Doramos las pechugas por ambas caras en una sartén al fuego con aceite de oliva. Cuando estén listas las reservamos.
- Precalentamos el horno a 180º C.
- Para hacer la salsa, añadimos en la misma sartén donde hemos cocinado el pollo, la nata el caldo, la miel y la mostaza. En este momento es cuando debemos añadir también el romero si queremos aromatizarla. Cocinamos la salsa durante aproximadamente 10 minutos a fuego medio hasta que se mezclen todos los ingredientes. Podemos añadir, si queremos, sal a la salsa. No obstante no es necesario ya que la mostaza contiene toda la sal que necesitamos.
- Colocamos las pechugas en la fuente que vayamos a usar para meterlas en el horno y las cubrimos con la salsa de miel y mostaza.
- Cocinamos el pollo en el horno a 180 ºC durante 20 minutos aproximadamente. En medio de la cocción puedes abrir el horno y regarlas con un poco de la salsa para evitar que se sequen en exceso.
- Después de estos 20 minutos, sacamos la bandeja del horno. En este momento las pechugas ya deben estar bien hechas y la salsa debe haber espesado. Si quieres una salsa aún más espesa, retira las pechugas y deja la salsa en el horno durante otros 15 minutos para que reduzca un poco más y su sabor se vuelva más intenso todavía.
- Y… ¡Ya tenemos listas nuestras pechugas con salsa de miel y mostaza!. A partir de aquí deja volar tu imaginación y preséntalas como mejor te guste.
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